Dilemas éticos


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Espinosa Zaragoza Mario Alberto
Licenciatura en Filosofía
dante.manzana@gmail.com

Introducción al método del dilemma training 

Nuestro entorno está repleto de problemas y soluciones; sin importar qué área de estudio nos interese, basta echar una mirada con atención para identificar cuántas cosas se hacen gracias a ella, la lista es enorme: ingenieros, matemáticos, médicos, administradores, abogados, arquitectos, por solo citar algunos, aun si esto pareciera poco, el basto mundo de sus especialidades parece enaltecer la variedad de objetos y soluciones que se producen en la actualidad. Sin hallarse en una orilla alejada del mundo, la filosofía también ha vivido una modernización, han emergido en el mundo novedades temáticas para discutir y, acaso como elemento adicional (no por ello menos importante), todos nosotros hemos decidido más de alguna vez adaptándonos a un análisis moral.

La inmensa historia de la filosofía, contrario a lo que se piensa comúnmente, puede leerse para obtener conceptos que intervengan en la vida práctica; exponerlos aunque sea con la más breve reseña toma algo de tiempo, por lo que ciertos filósofos han decidido generar métodos antes que conceptos. El dilemma training que presentaré a continuación es uno entre tantos, que se diseñan para aclarar situaciones problemáticas y decidir en un tono que cuando menos nos parezca adecuado. A condición de nota histórica, cabe señalar el éxito del método en la Unión Europea, principalmente en un área de especialidad que se conoce como “Ética en los negocios”.

¿Qué es un dilema?
El dilema es uno de los casos que podemos analizar con la ética, empecemos por expresar formalmente sus condiciones:

1. Ante un problema, un sujeto ‘x’ debe decidir entre dos alternativas: A y B.
2. La consecuencia de A es C, la consecuencia de B es D. 
3. Tanto C como D son consecuencias indeseables para ‘x’.

Ahora bien, para aclarar los criterios formales pensemos en un ejemplo, yo propongo el siguiente: Opeyemi “el Marru” es extranjero (Marruecos), se encuentra en México porque la salud de su hermano mejoraba con el clima de Guadalajara, recién ha cumplido el año de residencia por lo que aún no se acostumbrada al español de los tapatíos y le cuesta trabajo entender insinuaciones, albures, chistes, indirectas o cualquier juego de palabras. Él viene de un ambiente social más o menos hostil, tiene la costumbre de auxiliar a sus amigos pero sobre todo a los desconocidos, pues le parece que no hay acción más amistosa; sin importar la circunstancia “el Marru” adopta una actitud similar en Guadalajara, obteniendo gratitud de tanto en tanto. Hace algunos días estuvo presente, mientras tres bribones asaltaban a un compañero al que sólo saludaba por los pasillos de la universidad, dado que estaba solo dudó si ayudar o mantenerse al margen.

La exposición cita detalles que quizá parezcan irrelevantes; no obstante, recordemos que todo dilema moral tiene una historia de por medio y que por lo tanto debe contarse como tal, recuperando la información necesaria para “ponerse en sus zapatos”.

Dilemma training 

El método nos solicita que demos orden al planteamiento, así que organicemos mi ejemplo:

1. Opeyemi considera que al ser extranjero debe acrecentar su actitud servicial y amistosa con los demás.
2. En su país, Opeyemi ha presenciado e intervenido en casos de agresión hacia compañeros y desconocidos.
3. En el asalto eran 3 contra 1, y aún si interviniera tendrían desventaja numérica.
4. Dada su condición de extranjero no sabe si es común que los habitantes, o cuando menos los asaltantes carguen armas.
5. Por su costumbre, no ayudar le representa vergüenza y remordimiento.


La dinámica del dilemma training es útil para interpretar el reordenamiento y así exhibir mayor calidad en nuestros razonamientos sobre el dilema moral. En cuanto a la ejecución del método, los pasos a seguir se enlistan a continuación:

a) Hacer dos grupos, cada cual se integra con un rango de 8 a 30 personas. Los equipos deberán de sostener una de las dos posibles posturas, es decir, explicar el porqué de esa decisión.
b) Seleccionar un moderador.
c) Presentación de un dilema personal o del cual se tenga conocimiento a detalle (esto lo deberán de hacer todos los integrantes de cada equipo o cuando menos la mayoría).
d) Seleccionar un dilema de entre los expuestos.
e) El moderador organiza una sesión de preguntas hacia el expositor del dilema (es necesario que no se responda a preguntas que hagan evidente la decisión de quien presenta el dilema).
f) Las preguntas deben pensarse para obtener información relevante para la decisión, el moderador debe abrir dos columnas en el pizarrón para que todos puedan consultar los puntos a favor y en contra de su postura.
g) Terminada la sesión de preguntas, cada equipo debe organizarse para redactar y exponer su planteamiento al equipo contrario, utilizando los datos que otorgó el expositor del dilema. En este punto para efectos de una discusión más enriquecedora, se pueden conformar subgrupos de 3 a 6 personas.
h) En la medida de lo posible, la resolución de cada equipo debe ser imparcial, evitando contener valoraciones personales que ignoren las razones del expositor.
i) Dadas las razones de cada equipo, el expositor debe plantear a todo el grupo la decisión que él tomó y sus consecuencias.


Con el fin de orientar la ejecución del dilema, conviene que se tomen en cuenta algunos factores que nos permiten aclarar qué tipos de problemas están implicados, utilicemos una vez más el ejemplo propuesto. Expongamos en orden de importancia, la lista de elementos a considerar para un razonamiento exitoso:


i. Identificar si hay una o más cuestiones morales. Ej. Opeyemi enfrenta cuando menos a dos relevantes: no es justo obligar a una persona a hacer algo y las personas deben cooperar entre ellas, siempre y cuando haya una clara desventaja. En el ejemplo, los asaltantes obligan a ceder bienes materiales y aprovechan que son 3 contra 1 para intimidar. Hay quizá algunas otras cuestiones morales dentro del caso, sin llegar a inventar, cuanto más análisis tanta más claridad
ii. Identificar a las personas involucradas. Ej. Opeyemi, los asaltantes y el asaltado. Nuestro segundo punto debe saber qué tipo de rol cumple cada cuál, una técnica es tener claros qué derechos e intereses están en juego. 
iii. Identificar si hay instituciones que puedan asumir responsabilidad. Ej. Opeyemi puede pensar en que los cuerpos policiales son quienes van a responder por los daños que ocasionen los asaltantes. Este ejercicio no es para abstenerse de la decisión o presentar quejas sobre la acción de las instituciones (aunque a veces las tienen bien merecidas), por el contrario se pretende ver si hay un tipo de respaldo a nuestra decisión, dado por autoridades o instituciones.  
iv. Identificar datos relevantes. Ej. Siendo Opeyemi el expositor de su dilema, debe presentar toda la información para construir la resolución. El fin de este punto, es aprender a seleccionar para razonar, siempre una buena evaluación viene a partir de la lectura de nuestros argumentos, evaluando la congruencia con la postura que respalda nuestra decisión.
v. Identificar si la resolución se empata con las convicciones morales personales. Ej. Dada la personalidad de Opeyemi, la decisión puede estar dada porque es habitual que en situaciones similares actúe de la misma forma. Este punto nos permite aclarar preferencias morales y, aún más importantes, poder sostenerlas; durante el ejercicio una prueba para saber si estamos convencidos de que nuestra decisión está justificada es tener valor para exponerla en público.


Observaciones y utilidad del método

En la actualidad, tendemos a pensar que sólo hay un conjunto de problemas éticos, de tal modo nos es familiar escuchar versiones del debate sobre el aborto, la eutanasia y la adopción de niños por parejas homosexuales; sin embargo, a veces conviene pensar a la moral como una disciplina que habitualmente permite dar solución a problemas un tanto más cotidianos. El dilemma training es un método que permite capturar esos problemas que parecen pequeños, comparados con los grandes debates pero que nos son familiares dada la frecuencia que tienen en nuestra vida, pues no hay nada más normal que tener un dilema.

Más de alguno podrá sugerir que el método solo complica más las cosas, pues nosotros como personas siempre decidimos en tiempo real, si ni siquiera tener noción de qué argumentos o preferencias estamos siguiendo. La propuesta va más allá de querer hacer complicada nuestra vida, nadie con sentido común querrá traer más problemas a los que tiene la sociedad actual, habría que pensar mejor en la forma de solucionarlos; seguro el ingeniero estará pensando en cómo acabar con la contaminación o el médico en una nueva vacuna contra los molestos resfriados. La moral en este caso nos muestra un propósito un tanto menos ambicioso, pensar en cómo estar satisfechos con nuestras relaciones interpersonales. 

Después de ejercitarse reflexionando con los dilemas de otros, las decisiones personales se vuelven cada vez más sencillas, puesto que las razones no tienen nombre y lo mismo valen los consejos que damos a nuestros amigos, que las decisiones tomadas en casos personales. Ahora bien, como habrás notado el método no cambia lo más odioso de los dilemas: elegir entre dos alternativas indeseables, cuando menos nos hace olvidar que haya afuera también hay trilemas, cuatrilemas y otras decisiones que nos desfavorecen.

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